A los13 años trabajó como ayudante para mandados del encuadernador y al siguiente año ascendió a aprendiz del oficio. Pasó a ser el más eminente de los experimentadores del siglo XIX.
Fascinado por el contenido de unos artículos sobre electricidad, fabricó una pila voltaica con la que desarrolló diversos experimentos electroquímicos. Una casualidad le permitió aprovechar las lecciones del célebre químico Sir Humphry Davy (descubridor del sodio, potasio, el bario, el calcio y otros elementos), de este destacado investigador. Tuvo la oportunidad de entrar en contacto con las ideas científicas más relevantes de la época. La celebridad de Faraday fue aumentando.
En desacuerdo con los criterios de sus contemporáneos, que pensaban que la electricidad era como un fluido que se desplazaba entre los cuerpos, Faraday propuso imaginarla más bien como un intercambio de cualidades energéticas.
Durante sus experiencias destinadas a reforzar su idea describió el fenómeno de la descomposición de ciertas sales en sus componentes elementales al ser atravesadas por corrientes eléctricas, que él bautizó como electrólisis.
Faraday consiguió esbozar las leyes generales que regían el comportamiento electromagnético de la materia. Acertó en su explicación sobre el fenómeno, atribuyéndolo a partículas eléctricas en movimiento y no a un fluido continuo, e inventó la noción al campo energético como un espacio surcado de líneas de fuerza invisibles que provocan los movimientos por diferencias de energía.
Un imán es susceptible de engendrar magnetismo por influencia en un trozo cercano de acero, por ser el magnetismo un conjunto de corrientes moleculares. Si corrientes microscópicas, se pregunta Faraday, producen magnetismo en el hierro, es decir, otras corrientes microscópicas, ¿por qué una corriente normal, macroscópica, no provocará corrientes similares en un conductor vecino?.
Enrolló sobre un anillo de hierro dulce dos bobinas separadas, pero cercanas entre sí, y conectó la primera con una batería de Volta y la segunda con un galvanómetro. En el momento de cerrar y abrir la corriente en las primeras de las bobinas, la desviación de la aguja del galvanómetro indicó la presencia de una corriente inducida en la segunda bobina. También en ese proceso, Faraday pudo demostrar que era factible crear corrientes inducidas al introducir una barra imanada en el interior de una bobina sin la participación en el experimento de una batería.
Se logra crear corriente constante por inducción. Hace girar entre los polos de un potente imán un disco de cobre perpendicular al plano del imán y recoge la corriente por medio de alambres que rozan en el eje y la circunferencia del disco.

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