lunes, 9 de mayo de 2011

MONASTERIO DE SANTO TOMÁS--

HISTORIA
 
El Real Monasterio de Santo Tomás cuenta con tres magníficos claustros, lo que lo hace único, y un retablo, realizado por Pedro Berruguete. El tercer claustro, Palacio de Verano de los Reyes Católicos, alberga un Museo de Arte Oriental de una gran riqueza.
 
CLAUSTRO DEL NOVICIADO
 
Es el primero y más antiguo de los tres claustros del monasterio. Sus pequeñas dimensiones (12,70 x 14,40 metros) y su falta de ornamentación le da una gran sobriedad.
Este claustro es de estilo toscano. Tiene dos pisos desiguales, en granito, de 20 arcos y 20 columnas sin basamento y de forma ortogonal, mientras que en el piso superior, los arcos son escarzano y de amplias circunferencias.El detalle mas original de este claustro es el pozo, que en lugar de estar en el centro del patio, se encuentra en un lateral.
 
CLAUSTRO DEL SILENCIO
 
El detalle mas original de este claustro es el pozo, que en lugar de estar en el centro del patio, se encuentra en un lateral. El claustro tiene unas medidas de 19,40 por 20,90 metros y que compone de dos plantas. Consta de 18 arcos, con dos puertas de acceso en su parte interior, y de 38 arcos polilobulados en su parte superior.Destaca abajo en primer lugar, la bóveda de cruecía, claramente de estilo gótico. Los adornos que decoran la bóveda son casi en su totalidad de 1935. Los capiteles que ornamentan la parte inferior del claustro y que sostienen las pilastras son distintos. Los muros del interior permiten contemplar un total de siete puertas que comunican con distintas dependencias, todas ellas con arcos y estructuras diferentes. El claustro cuenta también con un rincón recoleto donde los religiosos de lavaban las manos antes de pasar al refectorio. Arriba, en el exterior del claustro, los lienzos que se ven están ornamentados a base de yugos y flechas (símbolos de los Reyes Católicos), del escudo dominicano y de la flor de lis. Las ataduras de los yugos y las flechas, así como los ramilletes de flores, son todos distintos. Por un freso corren ramas de granadas semi abiertas.
 
CLAUSTRO DE LOS REYES
 
Esta zona se llama así porque fue destinada al Palacio de Verano de los Reyes Católicos. El claustro, con sus 35 metros por 37,5, es muy amplio y luminoso. Lo forman 40 arcos por su parte inferior y 56 en la superior. Al lado del Claustro del Silencio, carece casi de ornamentación, a no ser las bolas que rodean los arcos inferiores, algo propio, por otra parte, de monumentos abulenses. Según las últimas investigaciónes, el tercer claustro no abría sido construido por los Reyes Católicos, sino por Carlos V. En el ala sur de este claustro se hallan las aulas, ya remodeladas, de la desaprecida Universidad de Santo Tomás de Ávila, establecida aquí a mediados del siglo XVI y clausurada en el siglo XIX.
 
EL INTERIOR DEL MONASTERIO
 
La nave principal tiene unas medidas de 53 metros de largo por 10,50 de ancho y el crucero mide 28,80 metros de largo por 10,30 de ancho. Es pues una joya de la arquitectura flamígera.
El crucero, delimitado por cuatro columnas, semejando ramas de palmera, forma un joyero para el sepulcro del Infante Don Juan.
En las ocho capillas podemos encontrar esculturas como el sepulcro de los Ávila, ayos del Príncipe Don Juan, o el grupo que representa Domingo de Guzmán y Francisco de Asís, atribuido a Luis Salvador Carmona (1709-1767). Destaca también la Capilla del Cristo de las Angustias o de la Agonía, donde se encuentra el confesionario de Santa Teresa, y donde ella tuvo una visión el 15 de agosto de 1561.
Pero el retablo mayor, realizado por Berruguete (1440-1504), es la obra más importante de la iglesia, con el sepulcro del Infante Don Juan. Representa escenas de la vida de Santo Tomás de Aquino y, en la predela, Evangelistas y Santos Padres.
 
EL SEPULCRO DEL INFANTE DON JUAN
 
El príncipe Don Juan era el único hijo varón de los Reyes Católicos, pero murió prematuramente antes de llegar al trono. Su madre, Isabel, quiso dejar en su testamento un sarcófago de mármol para su hijo.
El sepulcro es obra de Doménico di Alessandro Fancelli. Fue esculpido en Génova en los años 1511-1512 y luego colocado en la iglesia del monasterio. Doménico Fancelli se inspiró en el sepulcro de los Reyes Católicos (capilla real de Granada) y en el arte italiano (bronce del Papa Sixto IV en el Vaticano, realizado por Pollaiuolo).
El príncipe, vestido de guerrero, reposa con actitud serena y muestra unos rasgos jóvenes y bellos. Los pliegues del manto son de una gran perfección. A los pies una inscripción recuerda las cualidades del príncipe y lamenta su muerte prematura. El sepulcro está adornado con virtudes, alegorías y santos.
Varios de los magníficos relieves fueron mutilados durante la guerra de la independencia en 1809.
 

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